Cuenta la historiadora Ludovica Sebregondi que los antiguos usureros florentinos (actualmente llamados banqueros) superaban su lucha entre su actividad mundana y la moral cristiana con la con compra de arte. La única forma de redimir sus pecados y salvar su alma era la compra de belleza, por aquel entonces arte sacro. De aquí viene el mecenazgo de las importantes familias florentinas.
Yo, pecadora confesa, he decidido seguir el mismo camino e invertir en belleza sacra. Como el arte contemporaneo tira hacia otros de derroteros agradezco al mundo de la moda lo fácil que me lo ha puesto, todo esta impregnado de belleza sacra.
Lo sé, parece una burda excusa para comprar ropa pero, ¿quien soy yo para contradecir a un Medici?.
Las fotografías pertenecen a las propuestas o/i 2012-13, en riguroso orden de presentación al mundo de: Moisés Nieto, Emilio de la Morena, Versase, Dolce&Gabbana.