Cuando somos niños hacemos construcciones a base de piezas y no nos asusta si en la siguiente colocación la torre entera se caerá. Con el paso de los años nos cuesta hacer torres tan altas porque siempre tenemos miedo a colocar la siguiente pieza, tenemos terror a lo que pueda pasar y nos hacemos cada vez menos valientes.
La mesa de la fotografía, diseñada en el 1985 por Ettore Sottsass, desafía nuestros miedos interiores y se alza poco a poco, pero de forma segura. El premio a tan exquisita osadía es un enorme ramo de orquídeas frescas.
La lectura que debemos hacer es que avanzar, construir un camino y ser valiente siempre tiene premio, la última pieza es la más importante porque es la que aguanta el gran ramo de flores.
Bien, pues la fotografía pertenece al apartamento de Paris de Nicolas Ghesquière, durante 15 años director creativo de Balenciaga. El diseñador, que deja innumerables prendas icónicas tras de si, acaba de abandonar la casa y nos encontramos inmersos en mil rumores sobre su futuro. Muchos amantes de la moda lloran su marcha mientras yo me encuentro expectante y excitada por conocer el ramo de flores que nos regalará en un futuro.
Es curioso como están colocadas las sillas, diseñadas por Shiro Kuramata, giradas mirando a la mesa. Parece que estén esperando a los dueños de los dos grandes conglomerados de lujo mundiales, para que se sienten y se peleen por esa mercancía llamada “diseñador”, algo a lo que nos tienen mas que acostumbrados.
Foto: World of Interiors Diciembre 2012